Todos los seres humanos tenemos energía femenina y masculina y somos quienes al reconocer,integrar y equilibrar ambas podemos lograr conectar con la luminosidad de ambos aspectos internos, podremos dar la firma para el matrimonio interior.
Tanto hombres como mujeres tenemos energía femenina y masculina, ya que la energía como tal es universal y no diferencia sexos, simplemente se expresa en el mundo desde dos cualidades: femenina y masculina o yin y yang.
¿En qué se diferencian la energía Femenina y la energía Masculina?
El Yin o energía femenina representa el lado izquierdo del y el hemisferio cerebral derecho: el sentir, el mundo emocional, la imaginación, creatividad fantasía, el Ser.
El Yang o energía Masculina está representado por el lado derecho del cuerpo y el hemisferio izquierdo del cerebro: es el hacer, ligado a la lógica, lo racional, la competencia.
En la actualidad está exacerbada la energía masculina tanto en hombres como mujeres, ya que, está enfatizado la necesidad de accionar, de salir al mundo y hacer cosas, lograr metas- objetivos, competir. Hay una inclinación hacia lo lógico, lo racional, pero un detrimento en muchos casos de la sensibilidad, la nutrición emocional, es decir, hay un énfasis en hacer y lograr sin conectar con quien estás siendo mientras lo haces o una desconexión con el disfrute y el fluir.
¿Cómo lograr equilibrar ambas energías?
Para lograr el equilibrio entre nuestro femenina y masculino y lograr lo que denomino matrimonio interior, es clave primero reconocer que somos la combinación de ambos principios, es decir, aceptar que en tu interior eres completo que tienes tanto la cualidad femenina como masculina y buscar un balance entre ambos de manera tal que te permita darte espacio para integrar plenamente ambas en ti, sin polarizarte por una aunque quizás, por momentos actúes predominantemente desde una de ella por ejemplo: en el trabajo puede que se exprese más tu energía masculina.
Para dar lugar a tu energía femenina es importante que comiences a conectar con tu creatividad, con el sentir, con el disfrute, darte espacios de descanso, de fluir con lo que está ocurriendo; momentos de no mente, es decir, darle rienda suelta a tu sensibilidad desde la conexión con el presente sin analizar o racionalizar todo, es conectar con la escucha interna, con la intuición, para ello puede ser de utilidad realizar actividades artísticas como pintar, dibujar, bailar o estar en contacto con la naturaleza, meditar o algo tan simple como relajarte.
Por otro lado si tienes predominancia a polarizarte a tu energía femenina y quieres lograr equilibrar tu energía masculina es recomendado que comiences a proponerte metas u objetivos, por ejemplo: salir a caminar o hacer actividad física tres veces por semana, leer diariamente, aprender algo nuevo.
También, puedes utilizar una agenda y enumerar actividades que debas completar organizándolas desde un paso a paso que debas seguir y así, lograr cumplir objetivos en primera instancia sencillos para luego ir proponiéndote metas más grandes que te permitan en el proceso conectar con la autoconfianza y determinación para "ir" por el logro de esas metas.
Otra manera de incorporar energía masculina de manera simple es,comenzar a fijarte horarios para ir incorporando límites y estructuras en tu día a día.
Conclusiones finales
Lograr equilibrar nuestra energía Femenina y Masculina podría explicarse desde un accionar en la vida (energía Masculina) desde un propósito o escucha interna (energía femenina) es decir, accionar con disciplina desde un sentir interior, tener constancia y disciplina para materializar algo que nos haga sentir plenos. Para lograr metas u objetivos en la vida no es necesario sacrificar el disfrute y el autocuidado, sino que tener la estructura, determinación, constancia y disciplina para actuar cuando es necesario hacer, pero escuchando las necesidades de tu cuerpo y tus emociones, por ejemplo: si necesitas descansar, pausar o tomar perspectiva nuevamente para impulsarte a actuar.
Cuando ambos polos están en equilibrio, la energía Masculina es la estructura que protege y actúa desde la creatividad y propósito interior. Es una estructura que sostiene, pero no limita y la energía femenina en equilibrio hace que te abras a sentir y a escucharse, pero sin quedarte a la merced de la sensibilidad, es nutricia, pero no castrante. Es comprender que puedes fluir a cada momento pero accionando desde la inspiración que implica cumplir con tu propósito.
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